5.2 Hidroeléctricas

La cuenca amazónica es vista, por gobiernos y otros actores, como una fuente inagotable de agua, útil para la producción hidroeléctrica. En su mayoría, estas obras de infraestructura están ubicadas sobre tributarios del río Amazonas, con la grave consecuencia de que en etapa de operación alteran el pulso de inundación, el cual define muchas de las características ecológicas de los ambientes amazónicos, en especial los inundables. No obstante, esto también se repite en las otras cuencas que conforman la región. Esto conlleva a la pérdida de biodiversidad, cambios en el terreno, migración forzada de las comunidades indígenas y el aumento en la emisión de gases de efecto invernadero por la alteración en los patrones de descomposición de la materia viva, en especial vegetal.

Las centrales hidroeléctricas están distribuidas a lo largo de la Amazonía, mayormente en las cabeceras del río Amazonas. A marzo de 2020 existen o están planificadas 833 hidroeléctricas. La mayor parte de los proyectos activos están en Brasil (52%). Sin embargo, la selva ecuatoriana, que constituye el 1,5% de la Amazonía, concentra el 18% de las hidroeléctricas activas.

Para 2012 se reportó un total de 171 hidroeléctricas en operación y construcción, mientras que en el 2020 este número aumentó en 4%, para un total de 177 hidroeléctricas bajo esa etapa.

Por otro lado, en el grupo de hidroeléctricas planificadas se observa una reducción del 25%, en 2020 (184) con respecto a 2012 (246). Esto puede deberse a factores políticos, socioambientales, o a que los proyectos fueron descartados por su inviabilidad técnica. Es decir, que las 184 planificadas en la actualidad representan el 75% de las planificadas en la Amazonía para el 2012.

En las Áreas Naturales Protegidas, las hidroeléctricas aumentaron de 13 a 23, mientras que el número de las planificadas se ha mantenido casi estable, pasando de 36 a 37, entre 2012 y 2020. .

En los Territorios Indígenas, hubo un aumento de 6 a 26 en el número total de hidroeléctricas actualmente en operación y construcción, mientras que las planificadas incrementaron de 10 a 16, para el mismo periodo.

Las pequeñas hidroeléctricas (cuya potencia es menor a 30 MW) fue el grupo con mayor crecimiento para el período 2012-2020: hay 238 en funcionamiento y otras 350 proyectadas. Adicionalmente, hay 112 Usinas Hidroeléctricas (cuya potencia es mayor a 30 MW) en operación y 133 en planeadas. Estas últimas son las más preocupantes, porque son obras de gran tamaño y algunas generan energía por encima de los 2.000 MW. Se estima que en los próximos años este tipo de obras se duplicarán.

Actualmente, en la Amazonía hay 28 hidroeléctricas en operación con capacidad mayor a 300 MW, y la tercera más grande del mundo, la central de Belo Monte está ubicada en la cuenca del río Xingú, en el estado brasileño de Pará. Este complejo entró en funcionamiento en 2016 sin cumplir con los planes de mitigación requeridos debido a sus impactos socioambientales.

Las hidroeléctricas alteran la dinámica y estacionalidad de las inundaciones en los sistemas hidrológicos, modifican los caudales ecológicos, alteran los patrones de migración, cría y desove de muchas especies de peces, lo que en muchos casos condena a esos ecosistemas. Cuanto mayor sea su poder de generación, más afectaciones puede generar. Por tanto, es una gran preocupación que existan cuencas, como es el caso de Ecuador y Perú, donde hay de 16 a 25 hidroeléctricas, varias de ellas categorizadas como usinas (capacidad de producción superior a 3.000 MW):

*Vulnerabilidad alta: Cuencas con un altos índices de aridez y riesgo a las sequías, que se intensifican con el represamiento del agua para la generación de energía eléctrica. Son cuencas con 6-15 hidroeléctricas en operación y construcción.

*Vulnerabilidad media: Cuencas con alta generación de emisiones que contribuyen al efecto invernadero por la acumulación de óxido nitroso y metano, debido a la descomposición de árboles y vegetación inundada. Se han identificado de 1 a 5 hidroeléctricas.

*Vulnerabilidad baja: Cuencas bajo amenaza por la planificación de hidroeléctricas, las cuales ejercerán alta presión cuando se implementen. Brasil presenta un panorama muy preocupante, pues hay planes para aumentar el número de hidroeléctricas en varias cabeceras y afluentes de cuencas localizadas en la región sur y sureste. Por ejemplo, en algunas cuencas podrían incrementarse de 16 a 25 las pequeñas hidroeléctricas, con la posible instalación de hasta 10 usinas.